En el marco del Día del Maestro, el director de la Escuela de Educación de la UCAB reflexionó sobre el papel de los docentes venezolanos en el momento que atraviesa el país y apuntó los desafíos de la educación en la era digital y en medio de la pandemia.
Desde el reconocimiento oficial de la primera Sociedad de Instructores de Escuela Primaria, en 1932, cada 15 de enero se conmemora en Venezuela el Día de Maestro. Sin embargo, luego de 88 años de este hecho histórico, el sistema educativo nacional se encuentra en un «estado de deterioro y persecución, aunado a una crisis ética, política, económica y social» que acentúa las desigualdades y reduce las posibilidades de bienestar social.
Así lo manifestó la Escuela de Educación de la UCAB en un comunicado publicado el 13 de enero, en el que expresó su preocupación por la pérdida de espacios para la instrucción de calidad y aseveró que “este 15 de enero no tenemos nada que celebrar”, debido a la profundización de la brecha educativa entre una «élite social con acceso a bienes y servicios» y «una masa hambreada, ignorante, en duelo y enferma».
El Ucabista conversó con el profesor Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación, para conocer su opinión sobre los desafíos de la educación en el país y los nuevos retos planteados a la docencia por la pandemia de la Covid-19.
«Somos hacedores de democracia y formadores de ciudadanía»
Según Calatrava, además de apegarse a los cambios en los métodos de enseñanza producidos por la llegada del coronavirus, el educador venezolano debe sobreponerse al complejo escenario nacional en el que 93 % de los hogares sufre de pobreza de ingresos, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi 2020), y “seguir demostrando que se pueden llevar a cabo procesos formativos de calidad, independientemente del entorno, la modalidad o el contexto”.
El licenciado en Educación, especialista en Gerencia Tecnológica y doctorando en Ciencias Políticas aprovechó para enviar un mensaje a los pedagogos en su día y los animó a “seguir siendo el bastión de resistencia frente a los efectos y el afán de imposición de la dictadura”.
“Nosotros somos el muro de contención que ha evitado el aceleramiento de la crisis que estamos viviendo. Los educadores somos hacedores de democracia, informadores y formadores de ciudadanía. En consecuencia, este año en particular nos toca con muchísima más fuerza, más arraigo y más compromiso aquello que siempre nos dijo el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa: Venezuela será los que sus maestros quieren que sea”, comentó.
Una nueva educación
Después de operar más de nueve meses bajo la modalidad de presencialidad remota, Calatrava explicó que el mayor reto para la docencia, generado por la llegada del coronavirus, es la modificación del concepto de educación como ciencia y la evolución del rol de guía.
“Ya no podemos seguir entendiendo a la educación exclusivamente como el desarrollo de procesos de enseñanza y de evaluación, donde la figura protagonista sea el educador y exista un mensaje unidireccional. El mundo cambió, el conocimiento en este momento está a la vuelta de un clic y el papel del educador es más de guía o acompañante”, opinó.