Egresada de la Escuela de Comunicación Social en 1998, la cineasta comparte pinceladas de su destacada experiencia en películas premiadas como «La distancia más larga» y «Érase una vez en Venezuela», y habla sobre su reciente iniciativa de formación de mujeres en el área audiovisual

Desde temprana edad, Claudia Lepage (Caracas, 1975) estuvo rodeada de cultura, ingenio y mucha curiosidad por entretener. Mientras estudiaba en el Colegio El Peñón, la mayor de tres hermanos -hija del exparlamentario Freddy Lepage y de una madre socióloga- llevó a cabo su primera creación: un grupo de teatro con sus compañeros, para poder distraerse de experiencias espinosas con las «tres Marías» del bachillerato.

De adolescente, leía y escribía vorazmente, disfrutaba con frecuencia de los ciclos de cine extranjero organizados en la Cinemateca Nacional y se la pasaba experimentando con las artes hasta que, a sus 16 años, se propuso ser directora de cine.

Con el tiempo, notó que ese rasgo de llevar sonrisas y lagrimas al espectador le iba mejor, más que detrás del telón o la cámara como directora, enfocándose -como productora ejecutiva- en el diseño y ejecución de los proyectos audiovisuales, la gerencia de equipos técnicos y artísticos, y el manejo de calendarios y financiamientos. En esto lleva más de 25 años, «con mucha tesón, fe y compromiso».

¿La cosecha? El desarrollo -con el respaldo de importantes aliados internacionales- de obras cinematográficas que, en la última década, han brillado dentro y fuera del país, además de la formación de nuevos contadores de historias, proveyéndolos de herramientas para que ellos mismos pongan en marcha sus proyectos, para impulsar el desarrollo de una narrativa venezolana en materia de cine.

 

Su primera academia

Antes de formarse en institutos prestigiosos y especializados, como la Universidad Complutense de Madrid, la European Audiovisual Entrepreneurs (EAVE) y el Tribeca Film Institute, Claudia pasó por el campus de Montalbán de la UCAB. Desde joven, siempre tuvo una vocación muy fuerte de querer hacer cine.

«Para entonces, en el país no había oportunidades para ello. Y por ende, creo que una de las mejores opciones -y de la cual no me arrepiento de escoger-, fue haber estudiado Comunicación Social, mención audiovisual».

La productora ejecutiva de 46 años, miembro de la Asociación Venezolana de Productores Cinematográficos y Audiovisuales (AVEPCA), y de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de Venezuela (ACACV)recuerda su motivación de estudiar una carrera en la UCAB, especialmente una que «siempre estuvo muy bien ‘rankeada’ y era muy difícil entrar. Y como a mí me gustan los retos y las cosas difíciles, pues me motivaba mucho estudiar ahí».

En la Escuela continuó explorando su afición teatral junto con un docente que dejó una huella particular en su formación: «el profesor Juan Martínez de la Vega, un español súper irreverente, discapacitado, que iba en su silla de ruedas a darnos clases. Mas que inspirarme, en materias como Teatro, Martínez de la Vega nos hacía pensar y amar el arte».

 

Egresó como audiovisualista en el año 1998, mientras laboraba en la empresa cinematográfica Bolívar Films, de la cual hizo su trabajo de tesis. Entre las experiencias que recuerda con cariño y diversión, están los rallys organizados en la UCAB: «Yo creo que participé en dos o tres de ellos. Con amigos y compañeros de la carrera, teníamos varios carros, competíamos, nos disfrazamos, era todo un acontecimiento que te sacaba un poco de la rutina». Según Claudia, en actividades como esta «se fortalece el vinculo y sentido de pertenencia» que, como alumnos, se tiene hacia la universidad. 

«Comunicación fue una carrera que me dio estructura, una base de conocimientos en muchas áreas -aparte de las artes- y esto que tienen los jesuitas muy interesante, que es el pensamiento crítico. También me dio muchas herramientas audiovisuales, para poder luego llegar a estudiar cine en otro sitio, fuera del país y llegar a ser lo que soy ahora».

En la UCAB recuerda haber estado por ultima vez en el año 2015, para la proyección de La distancia más larga, película que personalmente significa mucho hasta el día de hoy.

Dirigida por Claudia Pinto Emperador, tocaya y colega ucabista con quien egresó en la promoción del 98, la producción obtuvo seis galardones y siete nominaciones en competencias internacionales, incluyendo los festivales de Montreal, La Habana, Cleveland, Huelva y Toulouse.

«Fue la película que me dio a conocer como productora ejecutiva. Para mí fue una hermosura compartir con los alumnos. Era como regresar al alma mater por la puerta grande, y bueno, se me quedó grabado en la mente y en el corazón», expresó Lepage. 

El productor ejecutivo: un visionario 

Con las herramientas propias, y adquiridas, de un productor ejecutivo –«se necesita intuición, ser comunicativo, paciente, ser un poco psicólogo, y además ser visionario»-, Claudia ha logrado el éxito con gran esfuerzo y perseverancia.

Tres de los seis largometrajes en los que ha participado han tenido trayectorias que invitan al país a soñar con el oro: La distancia más larga fue nominada al Premio Goya 2015 como Mejor Película Iberoamericana; La noche de las dos lunas, de Miguel Ferrari, se estrenó en el Festival de Montreal 2018; y la más reciente, el documental Érase una vez en Venezuela, dirigido por Anabel Rodríguez Ríos -otra compañera de promoción-, pasó por el Sundance Film Festival y fue seleccionada para representar a Venezuela en los premios Oscar 2021.

Aunque tanto ella como el crew de este último filme estuvieron cerca de obtener la nominación a Mejor Documental y Mejor Película Internacional en el galardón más importante de la industria cinematográfica estadounidense, Claudia lo deja claro: «llegar a Hollywood no está dentro de mis objetivos de vida«.

«Pienso que el cine, sobre todo el cine independiente, tiene otras posibilidades mucho más interesantes. Personalmente, me identifico más con el cine europeo. Yo respeto el cine que se hace en Hollywood: es un cine, por supuesto, muy respetable, pero muy comercial, quizás. No todo, pero sí es un cine muy industrial, que yo siento que es bastante lejano a lo que podemos hacer en Venezuela, o a lo que a mí me interesa en mi carrera».

JEVA: para reducir la brecha de género en la industria

Aun estando ocupada en sus labores de cineasta -conduciendo junto con Joe Torres el departamento de Cine de la productora TRES Cinematografía en Caracas o comandando un equipo de filmación en el interior del país para el rodaje de Casas muertas, su próximo documental- Claudia saca tiempo para impartir su formación especializada y conocimientos de campo a las nuevas generaciones, a través de talleres cortos en el área de producción ejecutiva.

En varias ocasiones, le han ofrecido dar clases en la UCAB. Sin embargo, el deber llama y, con firmeza, confiesa no querer hacer «un trabajo intermitente», ni en el set de grabación o en el aula: «Un profesor no se puede desaparecer tres meses porque va a filmar una película. He participado como invitada, pero no he tomado seriamente una materia. El sentido de la responsabilidad y el compromiso cuando uno asume algo así, tiene que ser hasta el final».

Parte de la filosofía de Claudia como productora es dotar de oportunidades a las mujeres en el campo cinematográfico. Con esa visión, en el año 2020 cofundó JEVA (Juntas En Venezuela y Afuera), cuyo nombre formal es Asociación de Mujeres Cineastas Venezolanas. Este proyecto, en el que la acompañan colegas dentro y fuera del país -entre ellas Emiliana Ammirata, Marianela Illas, Mariana Rondón, Katiuska Castillo y Karín Valecillos- nació durante la pandemia por COVID-19, con el fin de «fomentar la participación activa de las mujeres en el competitivo mundo audiovisual».

«JEVA parte de la necesidad de escucharnos, de apoyarnos. Empezó todo como conversaciones sobre cómo podemos hacer para apoyarnos entre nosotras mismas y cómo podemos hacer para apoyar a las nuevas generaciones. Sobre todo, con el objetivo de acortar la brecha de género que también existe dentro de la industria cinematográfica».

La asociación cuenta con 700 mujeres inscritas en su base de datos, de cualquier área vinculada con el cine. «Pueden inscribirse no solamente chicas, sino mujeres de diferentes edades».

«Actualmente, urge tener este tipo de asociaciones. Y no solo por la paridad de género. Es un espacio seguro que aglutina, que ofrece herramientas y que en medio de esta desolación tan grande y la crisis tan grande que vive el país, y por la cual también atraviesa el cine venezolano, es como una isla y un reducto para compartir y para apoyar toda la narrativa que viene por allí o que se está desarrollando».

JEVA aspira consolidarse como una organización que brinde oportunidades formativas a un grupo desatendido. Recientemente, la asociación llevó adelante -junto con el Centro Venezolano Americano (CVA)- el taller Más cortas, una experiencia teórico-práctica en la que sus participantes fueron formadas para la producción de un cortometraje de tres minutos de duración, con clases magistrales en guion, dirección, producción, fotografía y actuación.

Según Lepage, «al final, la asociación determinó cuáles fueron los mejores cortos; el primer lugar se ganó la oportunidad de que su audiovisual fuera promovido y distribuido por Festivaleando, durante un año».

Con el éxito asimilado y tras atestiguar duras realidades para llevarlas a las pantallas del mundo, Claudia Lepage es una ucabista que no ve lejana la posibilidad de soñar, indiferentemente de la industria en la que labores o tu condición personal.

Para esta «jeva», «el conocimiento es poder» y pone su fe en los jóvenes que se están formando en la academia, pues tienen una posición favorable en comparación con otras personas.

«Instituciones como la UCAB se han mantenido en el tiempo, han mantenido su calidad y su propósito, y los alumnos deben aprovechar esa oportunidad. Hay mucha gente que quisiera estar estudiando en una universidad y no puede. Entonces, nada, a quemarse las pestañas y a creer. Lo primordial es creer».

♦Texto: Daniel De Alba Suárez / Fotos: Cortesía de Claudia Lepage

#UCABISTASEXITOSOS | Eduardo Sánchez Rugeles, narrador de juventudes contemporáneas


*Los alumnos o profesores que deseen postular a algún ucabista exitoso, pueden escribir al correo electrónico: [email protected] ó [email protected]