Durante las VII Jornadas de Investigación de la UCAB, dos especialistas en adolescentología del Centro de Salud Santa Inés pidieron a padres y familiares dejar de lado los prejuicios en contra de la educación sexual y reproductiva a temprana edad, pues la prevención de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual empieza en hogares y escuelas
Las VII Jornadas de Investigación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) brindaron una vasta cantidad de información en torno a temas sanitarios, pues su temática se enfocó en la salud y tuvo como protagonista al Centro de Salud Santa Inés (CSSI), unidad de atención médica adscrita a la Extensión Social de la universidad que celebra su 25 aniversario.
Dentro de las ponencias presentadas los días 30 y 31 de octubre destacó la línea de trabajo que lleva adelante el CSSI con los adolescentes. Doctores especialistas en el área compartieron sus experiencias, datos y consejos, a partir de los casos que reciben de las comunidades aledañas a la UCAB.
Con sus charlas «Abordaje integral del adolescente» y «Prevención de Enfermedades Ginecológicas en Adolescentes», la pediatra Mariela Contreras y el ginecólogo Alfredo Caraballo destacaron la necesidad de un cambio cultural en torno a cómo las familias conciben la atención médica para los adolescentes.
Acudir tempranamente a consulta y superar tabúes
Los expertos resaltaron su preocupación en torno a la ausencia de consultas médicas en edades tempranas, especialmente en lo referente a medicina preventiva y control.
La doctora Mariela Contreras compartió estadísticas sobre los jóvenes entre 10 y 19 años que atiende en el Centro de Salud Santa Inés, para advertir las consecuencias que supone la baja asistencia al médico de esta población etárea.
Tras revisar 885 historias médicas, detectó que un 82% de los adolescentes que asisten a su consultorio padecen algún tipo de problema, mientras que apenas el 18% son diagnosticados como adolescentes sanos.
Este dato, dijo, contrasta con las estadísticas de los motivos de consulta, ya que la mayoría acude al centro de salud por control médico, mientras que solo un 15% asistió para examinar una enfermedad o padecimiento concreto. «Siempre hay alguna enfermedad, algo que trabajar en un adolescente», alertó la pediatra puericultora.
Por su parte, Alfredo Caraballo advirtió que esta situación es contraproducente a la hora de evitar embarazos no planificados y detectar posibles trastornos de salud sexual y reproductiva, que se empiezan a evidenciar a corta edad y acaban por ser normalizados por quien los padece, en lugar de ser tratados.
«La adolescente necesita un control ginecológico regular. En muchas oportunidades se naturalizan procesos como, por ejemplo, el dolor menstrual, que es natural, pero no necesariamente tiene que limitar a nuestras mujeres, ya que tenemos medios para paliar la situación», sostuvo el médico.
De acuerdo con la experiencia del galeno, la primera consulta ginecológica que tienen muchas mujeres se produce después de que inician su vida sexual o, en ocasiones, incluso durante el embarazo, pese a que esto debe ocurrir con el desarrollo puberal.
«Es una situación cultural que incide de manera negativa en lo que tenemos previsto dentro de nuestras políticas públicas como medidas de prevención. La primera menstruación muchas veces las agarra desprevenida porque en casa no les han explicado que se trata de un evento fisiológico que no tiene que apenarlas ni estigmatizarlas», razonó.
(Ver también: «La UCAB quiere ser parte de la solución en materia de educación y salud»)
Adolescentes deben ser protagonistas de sus consultas
Contreras acotó que el cambio cultural en esta materia debe producirse, no sólo en la frecuencia y pertinencia con la que se acude al médico, sino también en las dinámicas durante la consulta. Exhortó a padres y representantes a no quitarle protagonismo a los jóvenes que acuden como pacientes.
«El adolescente es protagonista de su propia consulta. Debe participar, debe dar la información. A quien debemos dirigirnos es al adolescente. Los padres no están acostumbrados a que los médicos se dirijan directamente al adolescente y siempre hay una interrupción de parte de ellos. A esa edad, el adolescente empieza a validarse como un ser humano independiente de sus padres», destacó.
La especialista ahondó también en los hábitos que desarrollan los púberes y la crianza que reciben en sus hogares, especialmente bajo el contexto de la modernidad, en la que la tecnología y las pantallas de los teléfonos celulares moldean las vidas de individuos en pleno desarrollo corporal y cerebral.
En este sentido, alertó sobre la distribución de espacios dentro del hogar, la asignación de responsabilidades y, sobre todo, los horarios de sueño, distorsionados por la exposición a luz azul de las pantallas de celulares y televisores.
«Estamos en una época en la que está mancillado el horario de sueño. Los horarios con los teléfonos están destruyendo a nuestros adolescentes. En 10 años veremos todos los cambios que ocurren al cerebro a propósito de los malos hábitos de sueño. Tanto adolescentes como padres deben entender que es importante cumplir horarios porque no son grandes, siguen en una etapa de crecimiento y desarrollo de sus cuerpos y cerebros», reflexionó.
Sobre este punto, Caraballo también encendió las alarmas al hacer énfasis en los cambios bruscos que puede producir esta tendencia en la fisonomía de los adolescentes, que incluso hoy en día puede estar provocando la pubertad temprana en muchas de las jóvenes que acuden a sus consultas.
«Hay una tendencia a la pubertad precoz con el uso de celulares, con la luz azul. Está haciendo alguna modificación en el hipotálamo, la hipófisis, los ovarios, las glándulas suprarrenales… que nos está adelantando procesos que ya estaban establecidos, porque lo normal es que la menstruación llegue en torno a los 11 años y medio, y no antes de los 10 años», apuntó.
(Ver también: Investigador de la UCAB desarrollará chatbot con IA para detectar trastornos mentales de forma temprana)
«Tú decides»: promoviendo la educación sexual y reproductiva
Para el CSSI UCAB, el compromiso social es un pilar fundamental. A través de Extensión Social, se promueven tres programas sociales, dentro de los cuales se encuentra «Tú Decides», que desde 2015 ofrece consultas diferenciadas a adolescentes de entre 10 y 19 años. Su foco es la educación sexual y reproductiva para fomentar la medicina preventiva.
A través de «Tú Decides», cientos de jóvenes de las comunidades cercanas a la UCAB tienen la oportunidad de aprender de forma integral y gratuita sobre su sexualidad de manera responsable y ética, con un enfoque orientado en el cuidado y la prevención.
La información certera y oportuna sobre los distintos métodos anticonceptivos existentes es fundamental en este proceso, a pesar de los estigmas que puedan prevalecer en las familias sobre su uso o el inicio de la vida sexual a edades tempranas.
Sobre este tema, Alfredo Caraballo coincidió en que lo ideal sería retrasar el inicio de la vida sexual hasta una edad más idónea. Sin embargo, considera que es difícil controlarlo, por lo que la mejor alternativa es promover el uso de la protección, con una orientación pertinente por parte de padres, representantes, escuelas y profesionales de la salud.
«Tenemos entonces, de alguna manera, que prevenir esa raya que tenemos ahorita: somos el primer país a nivel mundial en embarazos entre adolescentes de entre 12 y 14 años. Evidentemente tenemos que fomentar el uso de los anticonceptivos si ya hubo un inicio de la actividad sexual, porque definitivamente no lo van a dejar de hacer. Tenemos que tratar de evitar un embarazo indeseado, además de las infecciones de transmisión sexual», enfatizó.
♦Texto: Brian Contreras/Fotos: Cortesía Extensión Social UCAB (apertura) y Brian Contreras (conferencistas)