La oposición venezolana requiere organizarse y cohesionarse para movilizar de nuevo a los electores y vencer la abstención, ganar las elecciones presidenciales y afianzar el respaldo de la comunidad internacional.

Esa es la principal conclusión a la que llegó Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, durante el foro «¿Es posible una transición política en 2018?”, organizado recientemente por esta dependencia ucabista. 

En la actividad, el abogado ofreció su análisis sobre los escenarios que se esperan para el próximo año y  no descartó la posibilidad de que se produzca una democratización en el país mediante un proceso electoral.

“Podría suceder que el gobierno sobreestime sus posibilidades y, en un error de cálculo, convoque a unas elecciones donde reciba una masiva votación en contra y no pueda controlar las consecuencias. Para que esto ocurra son necesarias tres condiciones: un candidato único de la oposición que goce de amplio consenso; una campaña dirigida fundamentalmente a los sectores de la sociedad que no tienen una posición tomada de manera consistente y tienen dudas de votar; y por último, una buena preparación para enfrentar la eventualidad de una elección fraudulenta”.

El  experto en manejo estratégico de conflictos señaló que una forma de lograr que el candidato de la oposición cuente con el mayor consenso posible sería recurrir a unas elecciones primarias de selección múltiple,donde los votantes elijan los tres candidatos que más les agradan, a fin de escoger a quien tenga menos rechazo.

Afirmó que el gobierno ha perdido buena parte de su base de apoyo político y por tanto intenta consolidarse como un régimen autoritario. En este sentido, indicó que es factible una “autocratización electoral, donde el gobierno logre el triunfo en unas elecciones en las que las condiciones mermen las posibilidades de éxito de una oposición dividida y desmotivada. Es probable que se convoque a elecciones presidenciales lo antes posible para disminuir la posibilidad de que la oposición se organice”.

El abogado tampoco dejó de lado la posibilidad de que se produzca una “autocratización de facto»  en la que el Ejecutivo Nacional considere que le es imposible ganar una elección y proceda a suspenderlas a través de la Asamblea Nacional Constituyente. 

«En este caso, habría una intensificación de las sanciones internacionales, conflictividad y represión creciente. Tal escenario solo tendría dos salidas posibles: la estabilización del gobierno por medio de la fuerza o su salida por la fuerza”.

Otras voces, reflexiones importantes

En el encuentro también ofrecieron sus opiniones otros tres expertos de reconocida trayectoria:  la economista Tamara Herrera,  el investigador de opinión pública Félix Seijas, y la internacionalista Elsa Cardozo, quienes forman parte de un amplio equipo de especialistas nacionales e internacionales que participan de forma permanente en una mesa de análisis del CEP-UCAB, y que han venido estudiando los procesos de transición política en el mundo y su aplicabilidad en Venezuela.

Félix Seijas mostró los resultados de las últimas encuestas realizadas por Delphos y explicó que, en este momento, 82% de la población evalúa la situación del país como negativa y 65% menciona como principal responsable al sistema de gobierno y al presidente Nicolás Maduro.

“¿Puede ganar el gobierno una elección con Nicolás Maduro como candidato? La tiene muy difícil”, dijo Seijas.

No obstante, añadió que la abstención es un factor que podría tener consecuencias relevantes.

«En un escenario polarizado, la oposición obtendría 10,5 millones de votos y el gobierno 5,5 millones. Pero con una abstención en la oposición de 45% y una movilización de los partidarios del gobierno esto se reduciría a 6,5 millones de votos para la oposición y 6,2 millones de votos para el gobierno, es decir, un margen muy estrecho”.

 

Agregó que hay que considerar que “la mitad de los opositores y el grupo de votantes no alineado -es decir, que se mueve de un lado al otro dependiendo de las circunstancias- señalan que no están dispuestos a votar con el Consejo Nacional Electoral actual”.

Respecto al panorama internacional, Elsa Cardozo explicó que como nunca antes el tema de una transición política en Venezuela se ha convertido en un asunto importante en la agenda de numerosos países y foros gubernamentales.

«Pero la presión internacional necesita de una oposición organizada y cohesionada, de lo contrario, tenderá a debilitarse. Además, es necesario dar señales de que en el caso de una transición la oposición será capaz de mantener la gobernabilidad”.

Tamara Herrera adelantó, por su parte, que en el plano económico el país seguirá inmerso en un período de deterioro. De acuerdo con sus proyecciones, en 2018 el PIB (en declive desde 2014) sufrirá un nuevo retroceso de 10,2% mientras que la inflación se ubicará en 6.370%.

“Se trata de un año en el que habrá un agravamiento del entorno económico, donde la hiperinflación se alimentará a sí misma y en el que la caída de las exportaciones petroleras impactará al ingreso de divisas, que alcanzaría los 21 mil millones de dólares mientras que los pagos de deuda superarán los 10 mil millones de dólares”.