Los datos están a la vista. Las aulas venezolanas siguen perdiendo maestros debido a la crisis económica y social, la falta de incentivos y los problemas de servicios públicos.  Según informaron en julio representantes de la ONG Unidad Democrática del Sector Educativo (Udse) -la cual agrupa factores de la educación de Venezuela de los Gremios Docentes y ONG Educativas – al cierre del período escolar 2018-2019 aproximadamente 30% de los docentes de educación básica y media abandonaron su ejercicio profesional.

Como parte de las estrategias para hacer frente a esta situación, la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello está promoviendo un censo en línea para ubicar a los posibles beneficiarios de dos programas especiales, diseñados para formar a quienes ya están activos como educadores, pero que no han recibido formación en las materias del bloque académico conocido como componente docente.

Se trata del Programa Especial de Profesionalización de Docentes en Ejercicio (PROPROF) y del Programa Especial de Licenciatura en Educación (PRESLIED), dirigidos a educadores no graduados, bien porque son bachilleres que dictan clases a ese nivel sin otra formación, o bien que son graduados universitarios en carreras distintas a Educación o aprobaron, por lo menos, 60% de la malla curricular respectiva.

Estos dos programas son parte de la oferta formativa de la UCAB, que también cuenta con el plan Educa 20/20, que forma a jóvenes entre 17 y 24 años como educadores con subsidio del 100% de la matrícula. A cambio, la UCAB compromete a los nuevos docentes egresados de sus programas, a devolver lo recibido con el servicio social en las escuelas de Fe y Alegría, donde hacen sus prácticas profesionales.

El PROPOF –el  más recientemente creado– requiere cuatro años de estudio, mientras que con el PRESLIED la licenciatura se puede alcanzar en la mitad del tiempo. Ambos son semipresenciales.

 

 “Nosotros decidimos hacer una licenciatura en la que, con nuestro programa de Educación, les reconocemos, vía equivalencia, a médicos, ingenieros, arquitectos, etc,  las materias que han visto en otras universidades, pero deben ver todas las materias que ve un egresado de la Licenciatura en Educación de la UCAB. Así logramos subir la calidad de este egresado porque recibe un título, como el que recibí yo después de estudiar cinco años de Educación en física y matemáticas”, explicó José Javier Salas, director de la Escuela de Educación de la UCAB.

Salas dijo que ya en 1994 era evidente que la cantidad de docentes era deficitaria para las necesidades del país, por lo que, paulatinamente, fueron incorporándose a las aulas personas sin formación adecuada, algunos padres y representantes, para suplir las plazas vacantes, pero eso empezó a provocar fallas didácticas en las aulas.

“De esa realidad nace, en 2005, el PRESLIED, con una oferta de calidad distinta. Esa era una respuesta ideal a la necesidad planteada. Ahora, con la diáspora, muchos de estos educadores formados por el PRESLIED encontraron trabajo en su área en el exterior y han dejado el déficit mayor al que existía”, comentó el director de la Escuela de Educación.

El profesor Salas destaca el apoyo recibido para promover el censo de parte de sor Alicia Boscán, la presidenta de AVEC (Asociación Venezolana de Educación Católica), y de Germán García Velutini, directivo del Banco Venezolano de Crédito, quien es uno de los constantes patrocinantes de los planes educativos y miembro de la directiva de Fe y Alegría.

“El universo más grande es el de adultos dando clases sin tener ningún apresto ni preparación, más allá de su buena voluntad, que son los candidatos para PROPOF. Aspiramos con este censo pasar de las 300 solicitudes. Necesitamos a, por lo menos, 50 personas bien comprometidas. Lo más probable es que esos 50 no van a poder pagar la matrícula de la universidad y vamos a tener que ofrecerles un plan de apoyo económico, pero necesitamos demostrar a los financistas que existe el contingente dispuesto a formarse para que les dotemos de la matrícula. Con la emergencia humanitaria estamos pensando no solamente en los patrocinantes nacionales, sino también internacionales, como UNICEF”.

La meta es iniciar la primera cohorte de PROPOF en marzo de 2020.

Para eso es este censo, para separar los dos programas y que quede claro dónde empieza uno y dónde termina el otro. Queremos determinar que existe una cantidad importante de personas en condición de cuidadores o educadores emergentes. Los planteles se han convertido en hogares de cuidado diario y esas personas requieren del PROPOF, que es una formación radicalmente distinta al PRESLIED, porque deben hacer cuatro años de la carrera, pero durante los fines de semana”, añade Salas.

El PROPOF cubrirá tres menciones que el PRESLIED no cubre: Educación integral, Preescolar y Ciencias Pedagógicas.

Alejandro Del Mar, coordinador de estos programas especiales, explica que cada semestre está concebidos para completarse en quince semanas, con seis encuentros presenciales dos sábados al mes y el resto de la formación se hará a través del aula virtual. El plan contempla que los cursantes del PROPOF y del PRESLIED coincidan en la impartición de materias de las áreas pedagógica (psicología y orientación) y gerencia educativa.

Del Mar confía en el éxito de los planes, pues ya graduaron, desde 2005, 14 promociones del PRESLIED, lo que multiplica el impacto por el número de estudiantes cubierto por cada educador. Durante dos años consecutivos el número de alumnos obligó a abrir dos aulas por curso, pero la demanda ha decaído por las condiciones generales del país y, particularmente, por la mala remuneración del docente y la pérdida de prestigio de la profesión.

“Es muy duro vender la carrera de Educación en el Country Club, pero en la parte alta de los barrios la referencia de progreso es el docente de Fe y Alegría, es el mejor referente de superación, pero en la medida en que eso se pierde en las escuelas populares se pierden todos los referentes y viene la deserción estudiantil”, lamenta Salas, quien responsabiliza directamente a las políticas oficiales del Ministerio de Educación que, a su juicio, han causado un enorme daño con la micro misión Simón Rodríguez y con el Plan Chamba Juvenil.

Afirma que en el contingente de educadores impera el mínimo esfuerzo y aunque saben que desde el gobierno “los están estafando” con titulaciones que no les preparan verdaderamente, abandonan la formación académica genuina.

“Hay todo un esfuerzo de todos nosotros por dejar claro que la carrera no está muerta. Es un hecho asumido por muchos que nadie quiere estudiar Educación y por eso se deja como latente. El problema económico nos está afectando mucho más  que a cualquier otra carrera. La población estudiantil con más necesidad es la de Educación. En el caso de la UCAB, solo el plan de becas atiende casi a la cuarta parte de los estudiantes de la carrera, casi el 30% tiene beca Educa 20/20, 60% recibe los almuerzos, a varios se les consiguió la residencia y a algunos hasta los hemos tenido que llevar al médico. Esos estudiantes son, en el sano sentido de la expresión, un dolor de cabeza. Si algo va a dejar este plan de becas es a entre 120 y 150 egresados que están claros en que les salvamos la vida y que están convencidos de que tienen que salvar vidas también”, reflexionó el director de la Escuela de Educación de la UCAB.  

Los interesados en participar en los censos del PROPOF y el PRESLIED de la Escuela de Educación de la UCAB pueden inscribirse haciendo clic en el siguiente enlace: http://bit.ly/2GsG1Gn

♦Texto: Elvia Gómez/Fotos: Manuel Sardá