La exhibición, que podrá verse en el centro cultural de la universidad hasta el 31 de julio, consta de fotografías, videos, textos y realidad virtual, y gira en torno a una oreja que contiene, en moléculas de ADN, los detalles de una investigación que realizó el artista

Una de las características principales del arte contemporáneo es el uso de la tecnología como medio expresivo; pero también lo es el que detrás de una pieza haya un concepto, una investigación.  Esto es lo que propone  Manifesto Terrícolaexposición del artista español Solimán López (Burgos, 1981) inaugurada el viernes 16 de junio en el Centro Cultural UCAB, en el campus Montalbán, gracias a una alianza entre la universidad y su Centro de Investigación y Formación Humanística,  la Fundación Telefónica Movistar, la Embajada de España y el Centro Venezolano Americano.

La exhibición, que cuenta con la curaduría del profesor e investigador Humberto Valdivieso,  puede apreciarse en  la Sala de Arte Digital y la Sala Experimental, ubicadas en el sótano del recinto. Aunque unas veinte piezas componen la muestra (incluyendo una bitácora en texto, videos, fotografías digitales, además de realidad virtual y aumentada), la propuesta expositiva gira en torno a un elemento central: una oreja fabricada en material biodegradable e impresa en 3D. 

El símbolo de la escucha y conexión con el planeta

Pero no se trata de cualquier oreja. El símbolo central de la exposición  tiene resguardado en su interior, en moléculas de ADN, un manifiesto sobre la humanidad que preparó el artista conceptual. «Tiene que ver con las inquietudes de estos últimos años. Por una parte, es el legado intelectual de la humanidad; y por otro lado, es una respuesta al momento actual, siento que estamos en una transición que yo denomino como el umbral de la humanidad. Estamos construyendo una nueva especie que entiende que la tecnología es parte de la propia naturaleza», apuntó López, quien a través de su propuesta desarrolló temas como arte, ciencia, medioambiente, tecnología, economía, política, psicología, biología y sociedad.

«Para el espectador la oreja es el centro de atención en todo momento. Siempre hay un guiño en todos los sentidos; siempre aparecen en algún lugar de la exposición. Yo quiero que el proyecto se convierta en una especie de movimiento social. Que la oreja se convierta en ese icono que lo llevas en una camiseta, en una gorra, que compras como un NFT. Pero más allá, que la gente se sume porque tengo que respetar este planeta», agregó.

En total, el autor realizará 12 réplicas de la oreja original que construyó y enterró en un glaciar de la isla de Svalbard, en el Ártico, en una expedición realizada en el mes de abril como parte de su proyecto artístico. El concepto surgió de una residencia que le otorgó el Da Vinci Innovation Center de París. Y su gran reto fue encapsular toda la información en un solo ícono.

Solimán López

«La oreja es por antonomasia el órgano de la escucha; además es un órgano que nos conecta con las frecuencias de la Tierra», comentó.  «Mi oreja -dentro del arte-  habla de la humanidad, es una oreja colectiva. El desafío era cómo aglutinar toda la información en este objeto y cómo introducirlo en un entorno natural con cero impacto. Ahí todo este trabajo de biotecnología, todo el almacenamiento de este texto que es un archivo digital almacenado en ADN. Y este, al mismo tiempo, está en introducido en colágeno. Al enterrarla jugamos con la idea del patrimonio. ¿Qué hacen los arqueólogos cuando encuentran un objeto? Si os fijáis, lo primero que hacen es extraer su ADN. Y es lo mismo que yo pretendo hacer con esta oreja, no sé si mañana alguien se la encuentre como un objeto extraño que no pertenece al entorno. Lo primero que haría sería extraer su ADN. Y allí recuperará este manifiesto», señaló.

Cuatro bloques expositivos para explicar una idea

Presentar Manifesto Terrícola en la UCAB, sostuvo el artista, fue un proceso natural. Valdivieso y López se conocen desde hace años por las investigaciones que ambos desarrollan en torno a la realidad humana en la era de lo digital y las nuevas tecnologías.

Así, ambos se propusieron presentar en dos espacios del Centro Cultural UCAB lo que el español destaca como un proyecto futurista ligado a los desafíos de la humanidad. Para explicarlos, la exposición fue diseñada en cuatro bloques.

El primero de ellos, precisó, es uno relacionado con la ciencia y la fe: «Cómo la ciencia se convierte en la nueva fe en estos tiempos. Creo que de alguna manera viene a ayudar a entender el mundo». El segundo bloque tiene que ver con la transición ecológica o cómo interpretamos el cambio climático a través de la propia actividad del ser humano. «La tierra también tiene sus ciclos; unos inamovibles y que, por mucho que hagamos, tenemos que adaptarnos a ellos», advirtió.

Luego sigue el tercer bloque, el cual tiene que ver con el transhumanismo (un movimiento ideológico que propone que el ser humano puede mejorar sus capacidades físicas, intelectuales y psíquicas a través del uso de la tecnología y métodos científicos). «Es decir, el ser humano tiene que empezar a entender que hay muchos cambios que están fuera de nuestro cuerpo. Por ejemplo, la inteligencia artificial, la robótica, la electrónica o el Internet. Pero que también habrá cambios que van a pertenecer a nuestro yo interno, a nuestra propia biotecnología. Y esa parte hay que aceptarla también porque va a ser la única manera que vamos a tener de poder, realmente, adaptarnos a nuestro entorno», sentenció.

Por último, el cuarto bloque se refiere al arte. «Este tiene que ver con nuestros desafíos, nuestros retos como artistas. Yo creo que hoy en día, evidentemente, el arte más que nunca debe tener una responsabilidad social. Y, en ese sentido, creo que para que sea perenne, perpetua y presente el artista debe entender cuáles son las conjunciones entre el arte y la ciencia; pero también con la biotecnología. Además, estos logos, construyen el Manifesto Terrícola; la cual tiene que ver con una nueva esfera de la Tierra del conocimiento y consciencia humana», apuntó López.

Conexión entre la UCAB y las nuevas tendencias del arte

Solimán López es el segundo artista internacional que expone en el Centro Cultural UCAB. Durante la mañana del 16 de junio, decenas de personas se dieron cita en el recinto ucabista para conocer el trabajo de este creador. En la lista figuraban autoridades, profesores e investigadores de la universidad; el embajador de España, Ramón Santos, y el presidente de Fundación Telefónica Movistar, José Luis Rodríguez.

El vicerrector académico de la UCAB, José Francisco Juárez, celebró tres aspectos importantes de la exhibición. «Primero, que es un trabajo de corte científico; en segundo lugar, todo lo que tiene que ver con la cultura, el arte que ustedes pueden reconocer. Y un tercer aspecto que tiene que ver con la reflexión que,  desde las humanidades, podemos hacer sobre estos desafíos y retos que tenemos como sociedad. Esos tres elementos están en el trabajo de Solimán», dijo.

Por su parte, Mabel Calderín -directora del Centro Cultural- afirmó que la exposición es una propuesta «reveladora e importante,  pues abre la oportunidad para que la academia, los estudiantes y quien visite la exposición reflexionen sobre temas actuales. Además, cuenta con una propuesta tecnológica de alto nivel; una que demuestra el potencial que tenemos como institución que responde a su tiempo. Pienso que abre, además, muchas posibilidades para los docentes e investigadores interesados en esta línea del posthumanismo y transhumanismo que se trabaja desde el Centro de Investigación y Formación Humanística de la UCAB«, afirmó.

Finalmente, López invitó a la comunidad ucabista y al público caraqueño a visitar esta exposición que, afirmó, está dirigida a todo aquel que quiera abrirse al conocimiento y las posibilidades de la tecnología.

«Aquí (en la UCAB) se forma el futuro del país y cualquier universidad tiene que apostar, aunque sea muy complejo, a pensar. A veces tendemos a simplificar los discursos, y creo que es un error. Lo que hay es que provocar que la gente se interese para que la gente profundice. Y, en ese sentido, hemos hecho un esfuerzo de traducción con Humberto. Este proyecto tiene una parte visual muy potente que funciona como una estrategia para capturar al público. Creo que tienen una oportunidad magnífica de entrar aquí en este tipo de nuevas ideas. Unas que no son especulaciones, son realidades», concluyó.

Manifesto Terrícola, del artista español Solimán López, estará abierta hasta el 31 de julio en el Centro Cultural UCAB. La entrada es gratuita. 

A continuación algunas imágenes de la inauguración

Texto: Grace Lafontant León/Fotos: Fabián Giampaoletti y Manuel Sardá