Una decena de expertos destacaron la capacidad de quien fue magistrado de la Corte Suprema de Justicia para abordar con solvencia distintas áreas del derecho, así como el ejercicio doctrinario, docente, litigante y gremial. El rector Arturo Peraza invitó a los estudiantes ucabistas a tener claro que «muchas de las cosas que les estamos diciendo no están allá, en la realidad, sino que queremos pelear para que se construyan»

La Facultad de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello y la Academia de Ciencias Políticas y Sociales (Acienpol) rindieron homenaje a la memoria del exmagistrado Román Duque Corredor (1941-2023) a quien exaltaron, durante unas jornadas de reflexión jurídica, por haber sido «un jurista integral y excepcional» y por su desempeño como juez, caracterizado por su honorabilidad y lucha por la verdad y la justicia, según atestiguaron expertos que hablaron en las dos mañanas que duró el evento.

El jefe de la cátedra de Derecho Procesal de la UCAB, Álvaro Badell Madrid, propuso formalmente que las «Jornadas Pensamiento Jurídico del Dr. Román Duque Corredor” se instituyan cada año “y queden para la posteridad”. Durante las exposiciones estuvieron presentes la viuda,  Lilian de Duque, y sus hijos Carmen Luisa y Álvaro Duque Soto.

Además del rector de la UCAB, Arturo Peraza, S.J., que instaló el evento, los días 10 y 11 de abril participaron los profesores e investigadores César Carballo Mena, Cecilia Sosa Gómez, Jesús María Casal, Gerardo Fernández, Rafael Badell Madrid, Edgar Núñez Alcántara, Rodrigo Rivera, Salvador Yannuzzi, Álvaro Badell Madrid y Ramón Escovar León.

Estudiantes de diversas cátedras de la Escuela de Derecho colmaron el auditorio del Centro de Innovación y Emprendimiento, en el campus de Montalbán. También estuvieron como panelistas en un par de temas: “Innovando en la protección laboral: enseñanzas y estrategias pos covid-19 en Venezuela”, (Irina Miljevic y Jhony Bompart, de UCAB Guayana) y “La transición constitucional y su continuidad en Venezuela” (Daniel Graterón, María Paula Guerrero y María Victoria Ordaz, de UCAB-Caracas).

 

En los recesos, los asistentes visitaron la Sala de Juicios Tecnológica “Dr. Román José Duque Corredor” que la UCAB reinauguró en junio de 2023, con la presencia del homenajeado, ocasión en la que donó una serie de objetos personales, entre ellos la medalla de magistrado de su padre, José Román Duque Sánchez (1914-1999), quien fue presidente de la Corte Suprema de Justicia.

El rector Peraza recordó que Duque «estuvo en la punta del pensamiento jurídico venezolano» y que, hasta el final de su vida, un par de días antes de fallecer, denunció en redes sociales violaciones de los derechos ciudadanos.

Invitó Peraza a los jóvenes a aprovechar el conocimiento de los juristas participantes y a internalizar que el derecho es algo que está en constante construcción.

«Muchas de las cosas que les estamos diciendo no están allá, en la realidad, sino que queremos pelear para que se  construyan, y por eso tenemos que decir lo que creemos que tenemos que construir, porque existen unas razones para construirlas; pero somos conscientes de que la pelea es peleando y que esto se convierte en una pasión en la que se da la vida».

El rector, abogado egresado de la UCAB, compartió sus propias reflexiones sobre el ejercicio jurídico a propósito de la figura del homenajeado.

«El derecho se convierte en una pasión y ocurre porque es una lucha, no es algo dado, no es algo que ya está construido. No, significa una pasión por construir algo que no existe y que se llama justicia; significa una pasión por construir orden y derecho en un país donde no hay sistema, ni orden, ni derecho (…) pasión por construir una alternativa, pasión por decir algo distinto sabiendo que se corre riesgo, porque estás enfrentado al poder de facto, que es muy distinto a ese poder que uno quisiera soñar, que es el poder de iure, el poder hecho derecho, con un orden canalizado que respeta al ciudadano y que permite el derecho de todos».

«Un Tomás Moro de nuestro tiempo»

El decano de la Facultad de Derecho, Jesús María Casal, ofreció detalles de su experiencia personal en el trato con Duque Corredor.

«Era el abogado más completo que he tenido el honor de conocer (…) podía trasladarse de una a otra rama del derecho y conectar las instituciones jurídicas (…) Él comunicaba muy bien los distintos roles: profesor, doctrinario, abogado litigante, asesor jurídico, juez honorable y ciudadano comprometido con una gran visión de la política con mayúscula», describió.

Casal recomendó a los estudiantes que «no piensen que son los mejores si se quedan en sus compartimentos estancos» y calificó a Duque Corredor como «un Tomás Moro de nuestro tiempo, que no doblegada su conciencia cuando decidía luchar por tener instituciones de una democracia constitucional».

Los expertos que intervinieron destacaron la capacidad de Román Duque Corredor para abordar con solvencia distintas especialidades del derecho, entre ellas el constitucional, administrativo, agrario, procesal, minero, petrolero, internacional público, así como el ejercicio profesional, las actividades gremiales, su desempeño en cargos públicos y la pasión por la política.

Gerardo Fernández relató extensamente cómo el jurista luchó en 2006, con un equipo de especialistas, para frenar la reforma de la Constitución de 1999, que fue llevada a referendo en 2007, proceso en el que el gobierno resultó derrotado en las urnas.

La expresidenta de la Corte Suprema de Justicia, Cecilia Sosa Gómez, dijo que Román Duque Corredor adquirió su versatilidad de su padre, José Román Duque Sánchez, también individuo de número de la Acienpol.

«Tenía la versatilidad de hacer combinaciones entre las especialidades como si llenara un crucigrama«, describió Sosa, y añadió que «construyó una operación jurídica mediante la cual transformó con el tiempo y logró un centro que intercambiaba los saberes, que iban y venían entre el poder de razonar y la intuición».

«Ante el triángulo poder, derecho y verdad, prefirió la justicia, la cual corresponde con la verdad y fija los límites del derecho. Él se preguntaba siempre cómo el discurso de la verdad puede fijar los límites del derecho del poder», abundó la exmagistrada.

Rafael Badell Madrid resaltó las enseñanzas de todo tipo que Román Duque Corredor dejó a los estudiosos y practicantes del derecho, así como a los funcionarios públicos y docentes.

«Enseñó de manera decente, proba y eficiente, enseñó a través de libros y artículos, enseñó cómo se debe conducir un juez justo, sabio y probo (…) su voz poderosa retumbaba, fuerte, llena de sabiduría y hoy nos sirve a estudiantes y profesores de forma valiosa para modelar la conducta de lo que debe ser un ejemplar ciudadano».

El experto enumeró aportes concretos hechos por el jurista en sus sentencias, incluyendo el precedente de que los actos de las personas, sean estas privadas o públicas, deben estar controlados por el juez contencioso administrativo, «de modo que el derecho que tenemos a que haya justicia administrativa no es solo a que haya un proceso judicial justo e imparcial, sino es también el derecho a lograr la ejecución del fallo«, explicó Badell.

♦Texto: Elvia Gómez/Fotos: Manuel Sardá y Gabriel Jaramillo