En el marco de la Feria del Libro del Oeste de Caracas 2021, la escritora, referente de la literatura nacional, fue reconocida con la Orden UCAB por su vasta y celebrada obra, tanto dentro como fuera del país. En su nombre, la hija y nieta de Pantin recibieron la distinción. Durante el acto, y en conmemoración del natalicio de Andrés Bello, el crítico e investigador literario, Carlos Sandoval, dictó una clase magistral sobre la literatura venezolana de la diáspora

En los espacios abiertos del campus Montalbán, las autoridades de la Universidad Católica Andrés Bello, familiares de la poeta Yolanda Pantin y asistentes de la 6ta. Feria del Libro del Oeste de Caracas (FLOC UCAB 2021) se reunieron, este miércoles 01 de diciembre, para celebrar el otorgamiento de la Orden UCAB, máxima distinción que otorga la casa de estudios, a la poeta Yolanda Pantin (Caracas, 1954) por su profusa obra literaria, reconocimientos nacionales e internacionales, e influencia en las letras venezolanas.

Aunque Pantin no pudo asistir a la actividad, su hija, Jimena Ruiz Pantin, y su nieta, María Jimena Melián Ruiz, recibieron en su nombre el reconocimiento de manos de Francisco José Virtuoso, rector de la UCAB, quien estuvo acompañado por el cuerpo de autoridades de la universidad, incluyendo al vicerrector académico, Gustavo Peña; el vicerrector administrativo, Gustavo García; el vicerrector de Identidad, Desarrollo Estudiantil y Extensión Social, Néstor Luis Luengo; y la secretaria, Magaly Vásquez.

La semblanza de la escritora estuvo a cargo de Jaime Bello-León, periodista y director general de Comunicación, Mercadeo y Promoción de la institución. Durante sus palabras, Bello-León recordó el recital de poesía que, en 2019, se realizó en el Techo Verde de la UCAB y en el que participó Pantin en compañía de un par de poetas españoles, para resaltar la importancia que tiene la escritora en los círculos literarios hispanos.

 

“[Los poetas] afirmaron que no se podían creer que estuvieran sentados junto a Yolanda Pantin, a quien ellos veían, qué duda cabe, como una diosa, como la poeta mayor”, dijo Bello-León, quien resumió en su discurso la personalidad, características y trayectoria de la caraqueña.

En Yolanda Pantin encontramos registros que nos invitan a recorrer las sinuosidades del acto poético. Varios lenguajes se entrelazan en su obra, y entre ellos siempre resalta el de una mujer amante de la vida que se filtra desde la realidad circundante a la palabra cargada de imágenes, que es la palabra poética, donde el acto de pensamiento profundo está presente”, comentó.

La poeta que encontró su vocación en los pasillos de la UCAB

Durante la lectura del acta de la Orden UCAB, la secretaria de la universidad, Magaly Vásquez, señaló que la universidad acordó otorgarle esta distinción a Pantin, considerando, entre otras cosas, que es “una de las figuras más representativas de la lírica venezolana en las últimas décadas”, cuenta con una versatilidad que la “ha llevado a incursionar en la literatura infantil y en el teatro” y ha participado en numerosos encuentros, festivales de poesía y congresos de literatura en más de una decena de países. Vásquez mencionó, también, que el trabajo literario de Pantin ha sido traducido parcialmente a varios idiomas y ha recibido numerosos galardones nacionales e internacionales.

 

Y es que la fama de Pantin sobrepasa las fronteras del país y se extiende hacia Latinoamérica y España. Nada más su obra poética, que cuenta con más de 20 títulos publicados, ha recibido el XVII Premio Casa de América de Poesía Americana (2017) y más recientemente el XVII Premio García Lorca a su trayectoria literaria (2020).

Egresada de la Escuela de Letras de la universidad, los inicios de su carrera se remontan a la década de los años ochenta, cuando irrumpió en la escena literaria con el Grupo Tráfico, movimiento poético caraqueño que se convirtió en el referente de los jóvenes escritores de esa generación.

 “Soy una estudiante de la Escuela de Letras que encontró aquí su vocación por la literatura junto a un notable grupo de compañeras, todas brillantes, y el cuerpo de profesores de aquel entonces. Lo que encontré como alumna de Letras fue el sostenimiento de una vocación adolescente por el arte que luego se decantó por la poesía como forma de arte. Todo esto y más le debo a mi alma máter”, agradeció Pantin en el discurso de aceptación, que leyó su hermana Blanca Elena Pantin.

El rector Virtuoso compartió su orgullo por contar a la autora entre los miles de profesionales formados en las aulas de la UCAB.

“Nuestra querida Yolanda Pantin, esa mujer grande y apasionada que le canta a otras mujeres, que se expresa sacando del fondo de sí toda esa grandeza que lleva por dentro y la pone a disposición de América Latina y el mundo entero, es un gran don de todos los venezolanos”, reflexionó Virtuoso, quien además celebró que la poeta haya descubierto, durante los años de estudiante, su llamado literario.

“Una universidad es eso: una siembra de talento, una siembra de posibilidades. Verlo en Yolanda es un gran regocijo”.

Como parte del acto, los asistentes pudieron disfrutar de un jamming o lectura de una selección de versos de la autora, en las voces de los también poetas Samuel González Seijas, Kira Kariakin y Graciela Yáñez Vicentini. También se ofreció la presentación musical del grupo vocal Ensamble UCAB.

“La diáspora no es más que un nombre con el que recubrimos la nostalgia”

Tras la entrega de la distinción a Yolanda Pantin y para celebrar el 240 aniversario del natalicio de Andrés Bello (epónimo de la universidad), la cátedra en su honor fue dictada por el profesor, investigador y crítico literario Carlos Sandoval. Bajo el título “De Silva a la Agricultura de la zona tórrida a Juego de Tronos”, Sandoval disertó sobre lo que se ha denominado “literatura de la diáspora” y las valoraciones que se han hecho de las obras que comprenden este corpus.

El docente recordó que uno de los primeros escritores de la diáspora fue, precisamente, Andrés Bello, quien, una vez que se marchó del país rumbo a Londres comenzando el proceso de Independencia, no regresó en 19 años.

“En Londres entró en una de las etapas más fructíferas de su vida. Allí surgió el manifiesto de nacionalismo literario y uno de los poemas fundadores de la tradición americana, ‘Silva a la agricultura de la zona tórrida’. La vocación literaria de este atribulado hombre sometido a las carencias del exilio se impuso al desánimo por cuanto se sabía llamado para una obra importante. Comprendió su momento histórico”.

El investigador explicó que los escritores venezolanos que han emigrado en los últimos 10 años lo han hecho por razones personales y no por presiones políticas, por lo que denominar a ese grupo como escritores del exilio no es del todo correcto. También hizo énfasis en el hecho de que aún es muy pronto para valorar las obras que han publicado estos escritores porque responden a circunstancias inéditas.

“No es suficiente que bajo el comodín, hasta ahora es solo eso, de la narrativa de la diáspora agrupemos a todos los narradores venezolanos asentados en distintas partes del planeta y que eso baste para definir el estado de la cuestión. Hay mucha debilidad crítica respecto de este asunto tanto más que se trata de circunstancias inéditas, cuyos efectos impactantes oscurecen con mucho las valoraciones”.

Para finalizar, insistió en que la nostalgia es un sentimiento que comparten los venezolanos tanto dentro como fuera del país. “Todas las cosas se igualan con el tiempo. Las pasiones de Bello son hoy las nuestras. La diáspora no es más que un nombre con el que recubrimos la nostalgia”.

La FLOC UCAB 2021 continuará hasta el sábado 4 de diciembre. Los interesados en conocer todas las actividades pueden ingresar a la página web http://floc.ucab.edu.ve para descargar la grilla e inscribirse en los diferentes talleres, tertulias y presentaciones que se realizarán de manera virtual.

También pueden acudir al campus Montalbán, donde se realizan actividades presenciales y 12 expositores ofrecen libros nuevos y usados a precios especiales.

A continuación algunas imágenes de este acto

♦Texto: Keyla Brando/Fotos: Manuel Sardá